CLAVES PARA IDENTIFICARLAS, GESTIONARLAS Y EVITARLAS
Cómo identificar una relación “sana” de otra “tóxica”
Es importante el saber rodearnos de un entorno favorable y elegir a las personas con las que compartimos la mayor parte de nuestro tiempo, porque ello influye en nuestro desarrollo personal o profesional. Porque si elegimos una persona “tóxica”, por error, esto puede impedir o limitar nuestra felicidad y desarrollo personal.
Todos alguna vez hemos tenido la sensación, de estar “exhaustos” o “desgastados” después de una reunión profesional o un encuentro familiar, por eso es importante empezar a reconocer si son relaciones tóxicas o no.
Según Walter Riso, uno de los elementos que aparece cuando uno no se encuentra en una relación sana, es cuando se deja de tener libertad y autoestima para ser uno mismo. Es decir, si uno está inmerso en una relación en la que sufrimos angustia, desdicha, poca alegría y carencia de buenos momentos, es muy probable que nos encontremos formando parte de una relación tóxica con la sensación de estar atrapados por una especie de red negativa.
“Si no ves las cosas como realmente son, te enamorarás de una máscara”.
No olvidemos que esto no solo se refiere a relaciones amorosas, sino que pueden ser relaciones de amistad o familiares. Básicamente son relaciones en las que una persona es dominante, o sumisa, o hay problemas de comunicación, manipulación, mentiras o chantajes. Son relaciones en las que una o ambas partes sufren pero a las que no sabemos cómo poner fin.
A menudo nos quejamos sobre el comportamiento de alguien respecto a nosotros, pero no acabamos con la relación. Al contrario, con el tiempo, acabamos adoptando algunas de las actitudes de estas personas, sin damos cuenta que estamos siendo más negativos que antes. Por lo general en toda relación tóxica siempre se encuentra presente un elemento adictivo que nos cuesta reconocer.
Hay algunas relaciones que no podemos escoger como la familia, pero sí que podemos definir el modo en el que nos relacionamos con ellos, cuánto contacto o relación queremos tener. Las personas “sanas” nos aportan bienestar ya que el contacto con ellas, nos hacen sentir más llenos de energía, mayor autoestima, ilusión y motivación a la hora de realizar las tareas cotidianas.
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Cómo eliminar las relaciones “tóxicas»
Lo más importante que debemos hacer para “desintoxicarnos” del trato con estas personas es reconocer que estamos siendo afectados por ellas y así poder empezar a gestionarlas. Luego seguir estos 5 pasos:
• Comunicarse de forma efectiva y asertiva, afrontando lo que nos molesta del otro diciéndoselo de forma respetuosa y a la vez reconociendo los errores que nosotros mismos, podamos estar cometiendo.
• Es importante no pensar todo el tiempo en la persona “tóxica”, ya que esto sólo contribuye a aumentar el problema, pues la mente focaliza tanto a la persona que puede llegar incluso a colapsar. Podemos usar la técnica de parar el pensamiento que consiste en decir ¡stop! o dar una palmada, al mismo tiempo que se acompaña de frases positivas como ”mi vida es muy valiosa” o “he nacido para feliz, no para sufrir”.
• Hay que recordar que las personas “tóxicas” no intoxican a quien quieren, sino a quien pueden, es decir, a aquellos que no les ponen límites, que no saben decir no… Sólo entonces es cuando el “tóxico” es capaz de afectarnos, aprovechándose de que la otra persona se abre con total confianza.
• Mantener el sentido del humor. Relajar las tensiones y divertirse, con ello permite responder a la persona “tóxica” y conseguir el beneficio de la risa.
• Otra forma de “desintoxicarse” consiste en desprenderse de cualquier emoción con respecto a la “persona tóxica” y sacarla de nuestra vida, no nos preocuparemos más por ella ni por lo que le ocurra sino que visualizaremos el hecho de dejarla atrás. En estos casos es importante contar con la ayuda de un profesional.
Claves para evitar y prevenir las relaciones tóxicas:
1- Identificar los síntomas que esa compañía nociva nos produce.
2- Quitarles su poder, escapar de ellas, no permitirles el acceso a nuestra intimidad.
3- Si se debe convivir con ellas, abstraerse mentalmente de su presencia y acciones.
4- Simular que se les presta atención cuando, en realidad, se les ignora.
5- Neutralizarlo amablemente. Su afán de lastimar decrece si ve que carece de efecto.
6- Tener un identificador de llamadas para evitar el contacto.
7- Focalizarse en las cosas positivas para superar los malos momentos.
8- La actitud positiva es siempre una elección. Así se puede contrarrestar los efectos negativos.
9- Poner límites y reglas de convivencia así como no permitir las invasiones del propio espacio personal.
10- No dejar pasar por alto esas actitudes porque extenderá la toxicidad a todo el ambiente en general.
Si existen varios conflictos y son continuos, tal vez esto puede indicar que la persona “tóxica” es uno mismo y no los demás. Eso no cambia mucho las cosas, porque el resultado es muy parecido: malestar continuo y dificultades para relacionarnos.
Hay dos palabras poderosas: “Sí” a todo lo que nos da poder de realización, y “No” para poner límites a aquellos que se inventan falsos problemas para manipularnos. La vida es maravillosa eligiendo buena compañía y huyendo de quienes nos intoxican. Desintoxicarnos es la ciencia que debemos aprender para escaparle del sufrimiento. Pues como decía Buda: “El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”
Así que no sientas culpable, no pongas excusas, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Nunca te preguntes por quién doblan las campanas, porque las campanas doblan por ti…
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Muy interesante y practico. Un saludo
Gracias Esther, te apoyo a que continues siguiéndonos pues seguiremos subiendo artículos y reflexiones. Un cordial saludo. Jairo
Muy bueno este artículo. Gracias por compartirlo!!! Saludos Jairo!!!!
Gracias Norma por tus ánimos, seguiremos subiendo prácticos artículos y reflexiones. Un cordial saludo. Jairo