¿Te has planteado alguna vez que no ves el mundo tal y como es, sino que depende de la manera en que lo percibes? Del exterior llegan todo tipo de estímulos, pero solo tú eliges la respuesta… de ahí la importancia de mantener la actitud de estar centrado.
A lo largo de nuestra vida, los seres humanos experimentamos a menudo, situaciones duras y difíciles tales como: enfermedad, pérdida de seres queridos o de trabajo, accidentes, ruptura de relaciones y todo tipo de contrariedades que nos pueden afectar e incluso llegar a desequilibrarnos durante un cierto período de tiempo.
Sin embargo, los mismos contratiempos y problemas no afectan por igual a todas las personas que los padecen. Si estudiamos las biografías de personajes célebres de la historia, nos sorprenderemos al saber que muchos de ellos llegaron a la cima del éxito, justo después de sufrir y padecer enormes adversidades, incluso la cárcel…
Lo que marcó la diferencia entre el éxito y el fracaso fue la actitud que les hizo dar una respuesta madura al problema. Dicho de otro modo, se ocuparon de la situación en vez de preocuparse por ella. Concentraron su energía en la solución, en vez de enfocarla en el problema.
¿Ocuparse o preocuparse?
Está demostrado que la mayor parte de las cosas que nos preocupan nunca llegan a ocurrir, incluso nos preocupa el pasado que ya se fue. Y todo es debido a que no estamos centrados en el presente, en el aquí y ahora. De hecho, casi nunca estamos molestos o preocupados por la razón que pensamos. Ese es el síntoma de que no estamos centrados en nosotros mismos y tampoco en la vida. En los momentos y circunstancias difíciles es cuando más tenemos que ocuparnos de nosotros mismos, en vez de abandonarnos al victimismo, la inhibición, los escapismos y la lucha estéril.
Ventajas de estar centrado
Encontrar el centro y saber cómo volver a él cada vez que te alejes, te ayudará a vivir en el presente y poder tomar las riendas de tu vida, recuperando la frescura, inocencia, alegría, naturalidad, espontaneidad y relajación que teníamos cuando éramos pequeños. La persona centrada acciona, rara vez reacciona. Naturalmente le llegan del exterior todo tipo de estímulos, pero ella siempre elige su respuesta.
Se trata de aprender a cultivar la acción, de llevar una vida interiormente activa, en vez de reactiva, a merced de las circunstancias externas y esta nueva actitud cambiará nuestras vidas. Vivir centrado es algo natural, la naturalidad significa que estamos actuando en el momento, no reaccionando, sino actuando. Esta es la diferencia entre estas dos palabras: Cuando uno reacciona, significa que la respuesta viene de la acumulación pasada de nuestras vivencias.
Pero cuando uno acciona, cuando la respuesta proviene de nuestro ser interior, entonces es un acto puro, nacido de la consciencia presente, no de la memoria. Para responder a una situación, se necesita inteligencia, no memoria. Se necesita consciencia, en vez de una herencia pasada, ser siempre espontáneo y natural… La naturalidad tiene que ser descubierta o mejor dicho; redescubierta, porque de niños, éramos siempre naturales y espontáneos.
Dónde aprender a estar centrado
El dedicarnos un tiempo para meditar, practicar relajación y ejercicio así como intercambiar puntos de vista con personas centradas positivas y equilibradas puede suponer una gran ayuda pues es vernos en el espejo que nos gustaría estar reflejados. Rejuvenece tu mente, cuerpo, corazón y alma Re-Encontrando el Centro de tu Ser… un oasis para refrescarte al permitir que florezca esa semilla que todos llevamos en nuestro interior.
Si sientes que estas reflexiones tienen algún sentido para ti, te apoyamos a que asistas al taller: RE-ENCONTRANDO TU CENTRO cuyo subtítulo es: “Regreso a las raíces de tu Ser” que se realizará en la 35ª Edición de las Vacaciones Humanas 2016 en los Pirineos, en una mansión del siglo X rodeados de naturaleza, cascadas y gente encantadora que apuesta por el Desarrollo Personal y el ocio alternativo.
Jairo Kalpa©2016
+ Info: www.vacacioneshumanas.com